Es bien visible en la carretera nacional N-240, en dirección a Barbastro. Esta formación es singular porque los yesos que la conforman, suponen una discontinuidad en el sustrato habitual de la zona (básicamente, areniscas y arcillas).
Al ser el yeso una roca blanda, el paisaje lo configuran unas suaves lomas entre las que se disponen las vaguadas o “vales” de fondo plano donde se acumulan los limos fértiles y se instalan los cultivos de secano. Sobre los yesos aparecen las plantas gipsófilas, habituales en las estepas del valle del Ebro pero que aquí en el Somontano, resultan más llamativas.