Al norte del valle de Rodellar, en el corazón del Parque de Guara, se encuentra este espectacular paraje.
La roca cárstica, caliza, manifiesta su erosión en forma de pequeñas acanaladuras o surcos estrechos separados por crestas, que se denomina lapiaz.
Pero el karst también se da bajo la superficie: donde corren ríos subterráneos de decenas de kilómetros, hay lagos, sifones, simas y cavernas dando lugar a manantiales con vistosas cavidades, una de las cuales proporciona caudal regular al río Mascún.
Fracturas en todas las direcciones, paralelas y perpendiculares al eje del barranco, han dado lugar a ese mágico bosque de agujas y torreones. A la muralla rocosa la llaman la Ciudadela; la Cuca Bellostas es un monolito gigante de formas redondeadas, la más célebre aguja rocosa de la sierra.
La erosión ha abierto dos amplios y espectaculares arcos naturales (los Ventanales); uno tiene la forma de un delfín.
Señalización: El Real del Mascún