El Monasterio de Nuestra Señora de El Pueyo se encuentra a unos tres kilómetros de Barbastro en dirección a Huesca. Se sitúa en lo alto de una colina, a 630 metros de altura, pudiendo contemplar desde allí una espléndida panorámica de la comarca de Somontano de Barbastro y los Pirineos centrales y orientales. Además de por sus vistas, también merece la pena conocerlo por su interesante historia.
El enclave de El Pueyo está vinculado a la tradición religiosa de la zona. De hecho todo comenzó en el año 1101, cuando cuenta la leyenda que un pastor llamado Balandrán estaba apacentando un rebaño de ovejas y de pronto de entre las ramas de un almendro se le apareció la Virgen del Pueyo y le pidió que allí construyeran una capilla en su nombre. Y así se hizo.
Varias congregaciones se han establecido en el monasterio desde aquellos lejanos días, hasta que en 2009 y hasta la actualidad se hizo cargo el Instituto del Verbo Encarnado. En cuanto a la estructura del templo, la iglesia Medieval se levantó en el centro de una prominente roca, su parte más antigua es la nave y esta se separa de la cabecera por una verja de hierro. En una sala del monasterio se halla el sepulcro de San Baladran, el hombre que presenció la aparición de la Virgen. Cuenta la tradición popular que las jóvenes casaderas debían extender sus brazos y ser capaces de abarcar toda su longitud para así aspirar al matrimonio.