Uno de los grandes atractivos de Bierge es la iglesia románica de San Fructuoso, decorada con interesantes pinturas murales. De hecho, algunas se encuentran en el Museo Nacional de Arte de Cataluña, en Nueva York y en Canadá.
La Iglesia de San Fructuoso de Bierge fue construida en el siglo XIII y fue hacia mediados de ese siglo, cuando se comenzaron a realizar las pinturas murales. Estas representan fragmentos de las vidas de San Nicolás de Bari, San Juan Evangelista y San Fructuoso.
Si el visitante presta atención, descubrirá que las pinturas más altas de la cabecera son algo distintas a las de la parte inferior. Esto se debe a que en esta iglesia intervinieron dos pintores distintos conocidos como primer y segundo Maestro de Bierge. El primero pintaba de manera más arcaica, mientras que el segundo pintó con un estilo gótico-lineal, es decir, algo más naturalista, con más movimiento y acompañando los elementos con epigrafía que identificaba lo que estaba pintado, como por ejemplo, el nombre de los santos.