Esta pequeña población del municipio de El Grado se encuentra en la orilla derecha del río Cinca sobre una terraza fluvial. Tiene un claro carácter defensivo puesto que además de encontrarse en alto, vigilando el valle, en el pasado estuvo amurallada. Todavía se conserva un arco de acceso al recinto medieval.

El casco urbano se aprieta junto a la plaza mayor y plaza de San Valero, su eje central. Entre las construcciones destacan "casa Agustín" o "casa Guardia", con portadas doveladas.

La tradición dice que aquí vivió su vejez y destierro San Valero, y a él se dedicó una calle, el patronazgo de la población y su iglesia. Este templo, de una sola nave y cabecera recta, fue construido en el siglo XVIII con materiales modestos (ladrillo y tapial) y ofrece un carácter sumamente popular. A los pies, la iglesia tiene adosado un paso cubierto, abierto mediante un gran arco de medio punto con un escudo en la clave. Sobre este paso se alza la torre, de tres cuerpos rematados por un chapitel.