En una extensa llanura entre el Barranco de la Clamor y el río Alcanadre, se encuentra Laperdiguera, cuyo caserío se extiende al pie de una colina. Hay hermosas casas solariegas de piedra y ladrillo con galerías de arcos que resaltan la horizontalidad de las fachadas. Casa Cavero conserva uno de los patios más monumentales del Somontano.
Sobre el cerro se alzó en época medieval una fortaleza de la que aún se conservan algunos restos.
La antigua torre del castillo fue utilizada como campanario hasta que a principios del siglo XX se erigió la actual. En la puerta puede verse la fecha 1911. Su decoración de gárgolas, la fina tracería neogótica, o las proporciones de la torre le confieren un cierto aire neogótico que hace de ella una de las pocas obras de carácter historicista conservadas en el Somontano.
Pero casi nada sobrevivió del templo románico que precedió al actual, dedicado a los Santos Pedro y Pablo y construido en el siglo XVI. La planta del templo reproduce el modelo que se extendió en todo el Somontano desde principios del siglo XVI: una nave dos tramos y cabecera poligonal y todo se cubre con una hermosa bóveda de crucería estrellada de elegante trazado. Al exterior, destaca su simplicidad estructural y volumétrica. De piedra arenisca es la bonita portada de traza gótica, abierta en el muro sur mediante un arco apuntado enmarcado por una serie de arquivoltas y finísimos baquetones.
Una de las singularidades de este edificio radica en las ménsulas en las que apean los nervios de la bóveda de crucería. Su temática es muy variada y en ella se mezclan lo sagrado y lo profano, lo real y lo fantástico: unas ménsulas reproducen rostros masculinos, otras representan a una dama orante, a un demonio alado, a una sirena, a un fraile y a un ángel portando un pergamino que muestra la Santa Faz. Su significado, por qué están allí, se nos escapa, pero no cabe duda de que esconden una intencionalidad y una razón de ser última.
En el otro extremo de la población se encuentra el Pozo fuente.
Sus fiestas mayores son del 3 al 5 de agosto en honor a San Roque.