Pozán de Vero se recuesta en un suave declinar del terreno, en la margen izquierda del río. Centenarias acequias, saltos de agua, bellos tramos escondidos entre chopos conforman el paisaje de ribera, paraíso del martín pescador los abejarucos, las garzas reales y los patos. También hay vida bajo el agua donde encontramos barbos, madrillas y algunos peces fraile. Más allá del río, los montes son ocupados por extensas plantaciones de viñedos de la Denominación de Origen Somontano.
Pero además de un viaje por la naturaleza, el río Vero ofrece un viaje por la cultura y la historia, en el que se descubren los ecos del Islam, el saber hacer de los constructores del Somontano y tradiciones ancestrales ancladas en lo más profundo del alma de sus gentes.
Un paseo por las calles de Pozán de Vero nos descubrirá hermosas casas (Casa Calasanz, Casa Lasierra...) construidas con tapial, piedra y ladrillo a partir del siglo XVI. Algunas conservan bellas portadas con decoración geométrica, realizadas en el siglo XVIII; otras ocultan en sus entrañas centenarias bodegas con arcos de piedra. Bellos escudos nobiliarios nos hablan de la hidalguía de sus habitantes.
Hoy la población sigue creciendo al amparo de varios servicios que garantizan su futuro: Centro de Salud y farmacia, bar y alojamientos de turismo rural, taller de antigüedades y empresas agroalimentarias tradicionales. Cuenta además con biblioteca, telecentro y modernas instalaciones deportivas.
La Iglesia parroquial de La Asunción fue construida en el siglo XVIII. De estilo barroco y monumentales dimensiones, de su homogénea fábrica sólo destacan la portada y la maciza torre campanario. Al interior, los sistemas de cubrición (bóvedas de cañón con lunetos para las naves y una gran cúpula para el crucero) nos remiten al mesurado lenguaje formal del último barroco.
Un antiguo camino en apenas 1 hora conduce hasta la ermita de San Macario, desde donde se contempla una hermosa vista del valle medio del Vero, de la Sierra de Salinas y de los viñedos. Su bonita portada (siglo XVIII) se decoró con estrellas y otros motivos de simbología astral. La propia disposición radial de las dovelas refuerza esta idea simbólica. Cada 2 de enero los vecinos suben a la ermita a celebrar su patrón y el comienzo de la Fiesta Mayor.
La senda de los Azudes es un camino de unas 2 horas que discurre entre huertos y sotos de ribera y comunica el llamado Salto de Pozán con el Azud de Arriba.
Muy cerca se encuentra el Acueducto del Canal, construido entre los años 1962 y 1970 para llevar agua del Cinca a tierras del sur del Somontano y los Monegros.
Un puente medieval salva el río Vero comunicando Pozán con las vecinas localidades de Peraltilla y Azara.