Uno de los pequeños rincones del Somontano que merece la pena ser descubierto es la localidad de Asque, famosa por su miel, sus pinturas rupestres y por sus diabólicas construcciones…
Comencemos por su situación, Asque pertenece al municipio de Colungo y se encuentra en pleno corazón del Parque Cultural del río Vero y en plena Sierra de Guara. Desde aquí se pueden iniciar excursiones hacia los abrigos con pinturas rupestres o hacia Alquézar, primera etapa del Camino Natural del Somontano.
En su hermoso entorno natural nos encontramos el antiguo paso que comunicaba Asque con la cercana población de Colungo a través del puente del Diablo. Merece la pena acercarse a visitarlo por su espectacular emplazamiento en el barranco del Fornocal. La dificultad de su construcción y el riesgo que ésta supuso, hacen que la tradición popular se la atribuya al mismo diablo.
Uno de sus recursos más importantes continúa siendo la miel de Asque, de gran prestigio en la zona. En el terreno artístico, la localidad destaca por su iglesia parroquial, dedicada a Santa Columba. Esta se construyó hacia 1885 siguiendo los cánones estéticos del estilo neogótico.
Y hablando de arte, no nos podemos olvidar de la bonita ruta que parte desde Asque y lleva hasta el abrigo de Regacéns, famoso por sus pinturas rupestres. Un plan inmejorable para realizar en familia y aprender un poco más del modo de pensar del hombre prehistórico.