No hay nada en el austero exterior de esta iglesia que permita imaginar la riqueza de la decoración que se encuentra en el interior. Solo por este motivo vale la pena visitar la Parroquia de Barbuñales, dedicada a San Lorenzo y construida en el siglo XVII. 

Como datos curiosos y que hacen aún más imperativo el peregrinaje hasta aquí cabe destacar que una de las capillas de esta iglesia sirvió de panteón a la familia de los Azara, cuyos miembros podían seguir la liturgia desde sus tribunas, elevadas y cerradas por celosías. 

Y, además, los restos del político, diplomático y mecenas español y hermano mayor del naturalista Félix de Azara, José Nicolás de Azara y Perera, I marqués de Nibbiano (Barbuñales, España, 5 de diciembre de 1730 - París, 26 de enero de 1804), reposan en este templo.