Monumentos

La Catedral de Nuestra Señora de la Asunción es uno de los emblemas de la ciudad de Barbastro y, por qué no, uno de los edificios religiosos más bellos de Aragón, gracias sobre todo a su magnífico retablo, obra del maestro Damián Forment. 

Aunque los elementos formales son góticos, el espacio interior está mucho más próximo a la nueva estética del renacimiento. Nada más entrar, es imposible no fijarse en  las seis hermosas columnas, con unos 16 metros de altura, que continúan en arcos adornados con 485 rosas doradas dando la apariencia de un bello cielo estrellado. Para pasar a continuación a admirar el retablo mayor, del que parte del basamento es obra de Damián Forment. 

En el exterior se levanta la torre campanario, símbolo indiscutible de la ciudad de Barbastro. Está separada de la nave, quizá porque en su origen se debió reutilizar el alminar de la antigua mezquita. El sonido de sus campanas ha servido durante siglos para poner en marcha la vida de la ciudad y llamar a la oración. Sin olvidar la sirena que cada día se emite a las 12 del mediodía y que para los barbastrenses es toda una tradición.

La Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción es uno de los más hermosos edificios góticos del Somontano. Está asentada directamente sobre la roca que aflora en un cerro situado en uno de los extremos de Castejón del Puente, de manera que domina toda la población y el valle del Cinca. 

La armonía de sus proporciones y el lenguaje clásico utilizado en la decoración, la convirtieron en una obra de referencia para la época. Así, en el contrato de la torre de la iglesia de Ponzano se especificaba que había de ser conforme a esta. 

La capilla más interesante es la primera del lado derecho, dedicada a San José. Allí, en el muro del altar, el pintor barbastrense Francisco Zueras pintó en la década de 1940 la traza de un retablo neogótico. Un motivo más para visitar esta bella iglesia. 

La Colegiata dedicada a Santa María la Mayor (siglo XVI), pertenece al gótico rural tardío aragonés y está situada en la parte más alta del pueblo. Veamos por qué merece la pena conocerla.

Para empezar porque a través de ella se puede narrar el discurso de la historia por la localidad de Abiego. Primero fue mezquita y castillo árabe y luego paso a ser fortaleza cristiana durante La Reconquista. Ya en el siglo XVI, la actual colegiata sustituyó al templo románico que en su lugar hubo durante la Edad Media, cuando la torre-campanario que podemos ver hoy en día, tuvo función defensiva. 

Otro motivo para adentrarse en esta Colegiata es que la de Abiego es la única entre sus contemporáneas en el Somontano con la forma de la planta en cruz latina. Además, en cuanto a proporción también es perfecta, ya que el transepto tiene dos veces la altura y tres la anchura de la nave. Sin duda una visita que merece la pena tener en cuenta. 

Otro de los grandes atractivos de Abiego es el singular Monumento al siglo XX, un proyecto artístico contemporáneo obra del alemán Ulrich Rückriem, que ocupa un campo abierto a los pies de la Sierra de Guara, en concreto en el kilómetro 8 de la carretera de Abiego a Peraltilla. 

Sin duda una acción artística que merece la pena visitar, ya que no ocupa el contenedor habitual, que suele ser un museo, sino un paisaje abierto. Se trata de una serie de 20 monolitos de piedra insertados en la tierra y que forman una composición geométrica. A distancia, el resultado es una obra de gran opacidad, ya que parece que los bloques forman un muro continuo, pero desde el interior, se descubre que se puede pasear entre ellos y se convierte incluso en un espacio acogedor.