Ficha Técnica
Tipo de ruta: senderista y ciclable. Lineal de ida y vuelta.
Punto de inicio: Castillazuelo, Centro Interpretación Río Vero.
KM: 6,4
Duración: 2 h
Desnivel: 190 m
MIDE: 1-2-2-2
Dificultad:
Puntos de interés
Cultivos mediterráneos, bosquetes de encinas y quejigos, chopar (soto de ribera), ruinas de la torre medieval de Poyet, bodegas y viñedos de la D.O. Somontano, vistas de las cumbres pirenaicas y de la sierra de Guara y Centro de Interpretación del Río Vero.
Descripción de la ruta
El Camino de Poyet es un recorrido exclusivamente senderista que en buena parte de su trazado discurre por la ribera del río Vero. Tras cruzar pequeños barrancos y campos de cultivo, el camino lleva a las ruinas de Poyet. Desde allí, se puede disfrutar de magníficas vistas de algunos de los viñedos y bodegas de la Denominación de Origen Somontano, de las cumbres pirenaicas, de la Sierra de Guara…
A lo largo del trayecto se encuentran viejos almendrales y viñedos hoy abandonados, casetas de piedra, bosquecillos de encinas y quejigos…
Pero sin duda, uno de los atractivos de esta ruta es El Chopar, un soto poblado por chopos, sauces, fresnos, pinos... Debido a una reciente señalización del camino, este bosque de ribera ha sido recuperado y hoy es un rincón de gran valor desde el punto de vista ecológico que da cobijo a interesante fauna ligada al medio acuático.
El Camino de Poyet comienza en el Centro de Interpretación del río Vero donde es posible conocer el valor del agua y el ingenio de quienes habitaron el Somontano a la hora de aprovecharla a lo largo de los siglos. Desde allí, tomamos dirección este por la calle ro Barrio. Tras dejar el casco urbano y un tramo de carretera -‘del Canal’- asfaltada veremos las primeras balizas de madera que señalizan la ruta. Pasamos junto a una granja de vacas y llegamos a la cabañera. Tras caminar unos pocos metros por la cabañera, desviamos a la izquierda para tomar otro camino. A escasos 500 m nos topamos con una nueva bifurcación que no ha de ofrecer dudas pues está señalizada. Así pues, continuamos por la izquierda para penetrar en un bosquete de encinas y quejigos.
Este sendero por el bosquecillo desciende hasta un viñedo. En la viña, por tratarse de una propiedad privada, caminaremos por el límite de la misma para entrar de nuevo a un sendero (señalizado con baliza). Por esta zona es fácil escuchar, caída la noche, el sonido de ro craberer (conocido así en Castillazuelo) o carabo (Strix aluco) que anida en olivos y carrascas. En algunos de los taludes de tierra cercanos a este viñedo anidan los coloristas abejarucos (Merops apiaster).
Con un suave desnivel el trayecto baja hasta el río para entrar en un soto: el Chopar. Sin duda, este espacio natural es uno de los mayores atractivos del Camino de Poyet. Se trata de un bosque de ribera donde abundan especies vegetales como los sauces (Salix eleagnos), los fresnos (Fraxinus angustifolia), las galabarderas (Rosa canina), los juncos (Scirpus Calefornicus), las madreselvas (Lonicera implexa), las zarzamoras (Rubus fructicosus)... Y es además un espacio natural con un curioso origen: a mediados del siglo XX, un maestro de la escuela de Castillazuelo descubrió el lugar y cautivado por su belleza trajo a sus alumnos y alumnas, plantaron chopos (Populus nigra) y pinos laricios y carrascos (Pinus nigra y Pinus halepensis) y así nació este rincón singular.
Desde la ribera del río Vero la ruta asciende con suavidad hasta un almendral yermo. Antiguamente existió un camino que desde Castillazuelo llevaba hasta aquí pero desapareció por el desmoronamiento de un talud de tierra. Así, era imposible llegar a estas partidas con tractores u otros medios lo que favoreció su abandono.
El camino de Poyet prosigue por la parte alta del almendral para alcanzar un barranquillo equipado con una pequeña pasarela de madera que facilita en gran medida el paso. Salvado este barranco, llegamos a un espacio poblado de encinas, enebros y quejigos. Un suave desnivel dotado de escalones de madera nos conduce a un olivar yermo.
Dejando a nuestra derecha una caseta de piedra subimos entre encinas por una senda que nos dirige a una pista. Una vez allí, giramos a la derecha (señalizado). A los pocos metros dejaremos esta pista para entrar a la izquierda dirección al barranco de Valmayor.
El agua de lluvia ha erosionado la roca arenisca formando un canal por el que bajaremos. En aproximadamente 5 minutos estaremos junto a un campo de cereal llamado también de Valmayor.
Debemos seguir por un cañizar para bordear primero y cruzar después el barranco de Valmayor. Merece la pena detenerse en este lugar que ha convertido en un túpido bosquete de encinas, enebros, quejigos y alguna sabina. Superado el barranco, vemos frente a nosotros una pista de tierra que seguiremos hacia el oeste. En dirección opuesta, el río Vero continúa su camino hacia Barbastro, y se remansa en el azud de Poyed.
La pista de bifurca en varios caminos, uno de ellos tiene una señal de madera que indica la dirección a seguir. Desde este punto, el itinerario serpentea entre almendrales hasta llegar a un extenso viñedo. Al fondo ya se ven las ruinas de Poyet sobre un cerro muy erosionado.
El regreso a Castillazuelo se ha de realizar por el mismo camino.