La carretera N-123 recorre la garganta de 300 m. de profundidad excavada por el río Ésera en las calizas de la vertiente norte de la Sierra de la Carrodilla.
Los procesos kársticos han dado lugar a cuevas como la llamada del Moro, en la que se han encontrado restos de actividad humana que se remontan a la Edad del Bronce.
Esta singular formación está clasificada como Lugar de Interés Comunitario (LIC Congosto de Olvena)