Como sucedió en muchos otros pueblos de la geografía española, el estallido de la Guerra Civil en 1936 perturbó la sosegada vida de los vecinos de Castejón del Puente. La proximidad a Cataluña y su emplazamiento entre Barbastro y Monzón, determinaron que esta localidad se convirtiese en una pieza clave para el desarrollo de la contienda en la comarca.

Las defensas se dividen entre tres lomas en las cuales existían entre otras cosas atrincheramientos construidos que podían albergar hasta 2.500 hombres.

• La primera loma, muy próxima al pueblo, contaba con un nido de ametralladoras, 367 metros de trinchera y seis refugios.
• La segunda de las lomas, llamada Tozal de las Aguaderas, contaba con dos nidos de ametralladoras dobles, un nido de ametralladoras sencillo, un observatorio para artillería, una trinchera que bordeaba la loma y diferentes refugios perfectamente construidos y revestidos.
• La tercera loma era la más importante de todas ya que se encontraba fuertemente fortificada, con más de 2 km de trincheras, ocho nidos de ametralladoras dobles, y dos emplazamientos para artillería, uno para una batería de 155 mm y otro para una batería de cañones de 75 mm. Además, se complementa con numerosos abrigos subterráneos para toda la guarnición y las municiones.

Los restos de un campo de aviación localizados en la partida de El Saso, dan cuenta de la importancia de Castejón del Puente durante la Guerra Civil ya que fue durante una buena parte del conflicto uno de los más importantes del sector del frente de Huesca.

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