logo2019 300

A comienzos del siglo XIII la burguesía había conquistado una importante posición social y política, el comercio generaba riqueza y Barbastro había crecido. Frente a la crisis que vivían los monasterios cistercienses y benedictinos, los franciscanos aparecieron con nuevas respuestas para esta sociedad cambiante.

Con un humilde espíritu de pobreza, en vez de alejarse del mundo se instalan en las ciudades; en vez de esperar a que los hombres vengan a ellos, salen a su encuentro: no hablan sólo en la iglesia, sino también en las plazas, dirigiéndose al pueblo, a los soldados, a los niños...

En el siglo XIII se instalan en Barbastro. En origen se trató de una iglesia sobre todo funcional, que respondía a uno de los modelos de mayor éxito entre la arquitectura religiosa de la época: una sola nave a la que se abrían capillas encajadas entre los contrafuertes. La nave, al carecer de columnas o pilares, permitía una visibilidad perfecta y una adecuada audición del predicador.

Era una obra de grandes dimensiones pero construida con materiales modestos, como el tapial, el ladrillo o el aljez (yeso).

En la actualidad apenas nada ha sobrevivido de las antiguas dependencias conventuales: claustro, celdas, dormitorio, refectorio, ... Tan sólo en la Plaza de San Antonio, se puede reconocer la planta del antiguo claustro y el trazado de sus muros en los que se percibe aún la cadencia de las pequeñas ventanas de las celdas, hoy transformadas en casas particulares.

Entre los siglos XVI y XVII y en dos fases sucesivas, el espacio interior de la iglesia medieval se transformó. La amplia nave se cubrió con bóvedas de crucería estrellada realizadas en ladrillo. Los nervios se hicieron de yeso, las bóvedas se pulieron y como era habitual en estos templos, se pintó de color pardo una red para imitar juntas de sillares de piedra.

La antigua capilla de los Claramunt, que abre a la cabecera, hoy hace las funciones de sacristía. A principios del siglo XVII fue decorada por Rafael Pertús, pintor renacentista zaragozano. La decoración mural se completó con un bonito zócalo de azulejos probablemente salidos de los alfares de Muel (Zaragoza).

Por una escalera desciende a la cripta abovedada. Allí hay un banco corrido a lo largo de todo su perímetro, dividido en quince sitiales tallados en piedra. En este banco se colocaban los cuerpos de los difuntos; los muros de la cripta servían de respaldo a los cadáveres.

Algún tiempo después de la construcción de la cripta se debió cuestionar la bondad de un sistema de enterramiento tan poco higiénico. Por eso se rebajaron los brazos de algunos sitiales para colocar sobre el banco ataúdes de madera.

Cerca de la cabecera se abre una pequeña capilla cubierta con bóvedas de crucería estrellada de hermoso trazado. Está dedicada a Ceferino Giménez Malla, «el Pelé». Este gitano, honrado tratante de mulas, sabio analfabeto, enseñaba a rezar a los niños, les animaba a respetar a pájaros, las flores y las hormigas y les daba pan y chocolate para merendar en aquellos años de miseria. En plena Guerra Civil española fue detenido y fusilado con un rosario en las manos. El Papa Juan Pablo lo beatificó en 1997. La escultura del santo es obra del artista Juan de Ávalos.

 

  • San Francisco 2
  • San Francisco 4
  • San Francisco 5
  • San Francisco 6
  • San Francisco 7
  • San Francisco 8
  • San Francisco

 

El caso de la Iglesia de Santa María la Blanca, la bella iglesia románica de Berbegal, es bastante llamativo. Se proyectó en los primeros años del siglo XII como una gran iglesia de tres ábsides y tres naves cubiertas con bóvedas de medio cañón, pero por motivos económicos las obras se detuvieron cuando se había edificado la cabecera, el transepto y un tramo de las naves y no se retomaron hasta finales del siglo XII. Cuando se reinició su construcción se hizo apresuradamente y de peor forma. Así que podemos decir que esta iglesia, que tuvo gran importancia llegando a ser incluso colegiata, está de alguna manera inacabada. Lo que hace aún más obligatoria la visita, por su singularidad.

 

  • Berbegal. Iglesia de Santa Maria la Blanca 2
  • Berbegal. Iglesia de Santa Maria la Blanca 3
  • Berbegal. Iglesia de Santa Maria la Blanca 4
  • Berbegal. Iglesia de Santa Maria la Blanca 5
  • Berbegal. Iglesia de Santa Maria la Blanca 6

 

Uno de los grandes atractivos de Bierge es la iglesia románica de San Fructuoso, decorada con interesantes pinturas murales. De hecho, algunas se encuentran en el Museo Nacional de Arte de Cataluña, en Nueva York y en Canadá.

La Iglesia de San Fructuoso de Bierge fue construida en el siglo XIII y fue hacia mediados de ese siglo, cuando se comenzaron a realizar las pinturas murales. Estas representan fragmentos de las vidas de San Nicolás de Bari, San Juan Evangelista y San Fructuoso. 

Si el visitante presta atención, descubrirá que las pinturas más altas de la cabecera son algo distintas a las de la parte inferior. Esto se debe a que en esta iglesia intervinieron dos pintores distintos conocidos como primer y segundo Maestro de Bierge. El primero pintaba de manera más arcaica, mientras que el segundo pintó con un estilo gótico-lineal, es decir, algo más naturalista, con más movimiento y acompañando los elementos con epigrafía que identificaba lo que estaba pintado, como por ejemplo, el nombre de los santos. 

  • Bierge. Pinturas San Fructuoso 2
  • Bierge. Pinturas San Fructuoso 3
  • Bierge. Pinturas San Fructuoso 4
  • Bierge. Pinturas San Fructuoso

 

Una de las sorpresas más dulces que aguarda a los visitantes del Somontano es descubrir la Ermita de Santa María de Dulcis. Para llegar a ella hay que recorrer una pista de unos dos kilómetros desde Buera que se abre camino entre bellos campos de almendros, cereal y viñedos. El edificio se encuentra en una zona de abundantes aliagas, romero y tomillo y son numerosos los panales de abejas en sus alrededores. 

En torno a su construcción la tradición dice que, tras la expulsión de los moros de estas tierras durante la reconquista, la imagen de la Virgen apareció precisamente sobre un panal de miel, siendo éste el origen de su advocación. A pesar de su dulce leyenda, no hay nada en el austero exterior de esta iglesia que permita imaginar el tesoro que se encuentra dentro. Y es que el elemento más destacado de este edificio es la magnífica decoración interior elaborada en yeso. 

Un entorno natural encantador y una bellísima decoración en su interior, razones más que suficientes para realizar una agradable excursión hasta esta coqueta ermita de Santa María de Dulcis. 

 

Visitas concertadas llamando al telf. 620 057 721

 

  • Buera. Santuario de Dulcis 2
  • Buera. Santuario de Dulcis 3
  • Buera. Santuario de Dulcis 4
  • Buera. Santuario de Dulcis 5
  • Buera. Santuario de Dulcis 6
  • Buera. Santuario de Dulcis
We use cookies

Usamos cookies en nuestro sitio web. Algunas de ellas son esenciales para el funcionamiento del sitio, mientras que otras nos ayudan a mejorar el sitio web y también la experiencia del usuario (cookies de rastreo). Puedes decidir por ti mismo si quieres permitir el uso de las cookies. Ten en cuenta que si las rechazas, puede que no puedas usar todas las funcionalidades del sitio web.