Se encuentra cerca del Barranco de la Clamor, en una loma a 341 m. de altitud, en la carretera que se dirige a Barbastro.
El edificio más destacado es la Iglesia de San Miguel (siglos XII-XVIII).
Las marcas de cantero y la bóveda de cañón apuntado que cubre su nave única testimonia el origen medieval de este hermoso templo, que sufriría una profunda transformación a comienzos del siglo XVII: se recrecieron sus muros exteriores con una galería de arcos de ladrillo y se amplió el interior con la construcción de varias capillas, cubiertas con bóvedas góticas de crucería estrellada y de una maciza torre campanario adosada a los pies, con garitas para “esconjurar” las tormentas.
Finalmente, en el siglo XVIII, el templo se enriquecería con un nuevo pavimento decorado con azulejos en el presbiterio y con la construcción de una nueva capilla cuya bóveda se ornó con ricas yeserías. A esta época responde también la reforma del atrio y portada exterior, de popular y sencillo diseño.
Sobre una afloración rocosa conocida como Piedra de la Magdalena, se encuentran los escasos restos de lo que fue un conjunto religioso militar medieval: un aljibe, dos tramos de escaleras tallados en la roca, un pasadizo abierto en la piedra a modo de túnel y el basamento de una construcción.
Celebra sus fiestas en honor a Santa María Magdalena, el 22 de julio.