La localidad sesitúa en lo alto de un acantilado rocoso, a la orilla derecha del curso del río Ésera, poco antes de su desembocadura en el Cinca.
Sólo en su parte norte se abren espacios llanos, ya que la población encaramada en un alto sobre los riscos del Congosto queda rodeada de empinadísimas pendientes. El Congosto de Olvena, una profunda y abrupta grieta abierta en la roca por el río Ésera, constituye uno de los parajes más bellos del Somontano.
Las casas de mampuesto y tapial, se apiñan en estrechas y sinuosas calles adaptándose al pronunciado desnivel del terreno.
La Iglesia Parroquial dedicada a la Purificación de Nuestra Señora, es un modesto edificio construido a principios del siglo XVII. Al interior de la iglesia parroquial, las bonitas bóvedas de crucería estrellada concentran todo el protagonismo.
La pequeña iglesia románica del Santo Cristo situada en lo alto del acantilado rocoso hizo las funciones de templo parroquial hasta que se construyó la actual.
Olvena cuenta con dos hermosos puentes medievales. Sobre el río Ésera y junto al puente moderno que conduce a la población, se halla el Puente del Diablo. Aguas arriba, en pleno congosto, se encuentra el Puente de la Sierra. El enclave del Puente de la Sierra, construido a una elevada altura sobre el cauce del río, es realmente espectacular.
Olvena celebra sus fiestas para San Gregorio, el 12 de mayo.