Una vez que se han admirado los solemnes olivos centenarios que rodean Burceat, llega el turno de conocer su modesta Iglesia en honor a San Bartolomé. Es la más tardía de cuantas iglesias se construyeron en el Somontano y pertenece al estilo gótico aragonés.
Un dato llamativo es la curiosa inscripción que aún hoy se puede leer en su bóveda: “de ladrillo o piedra como más conbenga para perfectión de la hobra. Claudio Casales. En Burceat, 1645, mayo, 21”.