PUEBLOS
Abiego
Abiego es una localidad oscense situada en la comarca del Somontano. Su término municipal da entrada al parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara y se asienta en la margen izquierda del río Alcanadre, por lo que goza de la belleza propia del Prepirineo Aragonés.
Es un pueblo cargado de historia, comenzando por su nombre, que se cree que proviene de Al-Byego, el castillo musulmán que dominaba la antigua comarca de la Barbitania. Entre sus principales atractivos se encuentra la Colegiata dedicada a Santa María, es un bello ejemplo del gótico rural aragonés y testifica el paso de los siglos desde que fue construida inicialmente como mezquita por los musulmanes; su Convento de San Joaquín, de estilo barroco y situado sobre el Tozal de las Forcas; un curioso Monumento al siglo XX insertado en plena naturaleza y creado por el artista contemporáneo Ulrich Rückriem; una fuente pública perfectamente conservada o un interesante yacimiento de huellas fósiles de animales ya extinguidos, entre otros reclamos.
Además, el magnífico entorno natural de Abiego, ofrece muchísimas posibilidades para los amantes del deporte. En el río Alcanadre se encuentra un gran coto de pesca con abundante trucha común y en los alrededores del pueblo existen multitud de rutas y senderos que atraviesan el majestuoso Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara.
Yaso
Yaso, núcleo adscrito al municipio de Bierge, apenas supera la decena de habitantes. Se encuentra a 692 metros de altitud, en la cara sur de la Sierra de Guara, en las estribaciones de la sierra de Arangol, sobre la margen izquierda del rio Formiga, junto a la carretera que comunica Alburuela de Laliena con Aguas.
El lugar queda emplazado al pie de un picacho llamado Lacozán, en la pendiente. La iglesia parroquial dedicada a San Andrés da la bienvenida al viajero. Se trata de un edificio románico, de una nave cubierta con bóveda de medio cañón y ábside semicircular que se cierra con bóveda de cuarto de esfera. La piedra vista muestra un aparejo de sillar bien escuadrado y tamaño homogéneo, homogeneidad sólo rota por la imposta que lo recorre a la altura del arranque de la bóveda y el vano de medio punto abierto en el centro. La iglesia contó con un interesante ciclo de pinturas murales de estilo gótico lineal que se encuentra en la actualidad en el Museo Diocesano de Huesca. Del interior destaca una capilla barroca del siglo XVIII con una efectista decoración a base de estucos.
A lo largo de la calle única se alinean interesantes casa solariegas con escudos heráldicos campeando en las fachadas sobre las portadas doveladas.
Esta población de origen medieval, se llamó Eso durante los siglos XI y XII; Yeso, entre 1495 y 1609, y Jaso, en 1785. En noviembre de 1188 Alfonso II de Aragón lo otorgó al monasterio cisterciense de Casbas, del que dependería en lo sucesivo, hasta la abolición de los señoríos.
Torres de Alcanadre
Torres de Alcanadre se sitúa en la orilla izquierda del río que le da nombre, a 389 m. de altitud, en un entorno de enorme calidad panorámica.
Ya en la zona próxima a los Monegros, al sur de la comarca del Somontano, el paisaje que rodea a la población es horizontal y sorprendente: superficies de areniscas, cornisas verticales y cantiles y salpicados de monolitos de piedra.
Al fondo, el río Alcanadre vivifica con sus aguas las estériles piedras y el verde de los árboles de ribera estalla sobre las ocres areniscas.
Desde que el territorio fuera conquistado a los musulmanes, la población estuvo vinculada al monasterio cisterciese femenino de Casbas, al que se entregaban como renta grandes las cantidades de cereal, vid y lino.
Hoy los secanos que tradicionalmente caracterizaron el paisaje agrícola de Torres de Alcanadre se han trasformado en fértiles regadíos en los que se cultiva maíz y alfalfa.
Pero tampoco faltan las nuevas iniciativas vinculadas al ocio y al turismo de naturaleza, pues en los cantiles rocosos del río encuentran refugio el águila real, el alimoche o el búho real, especies muy vulnerables que cruzan libremente los cielos del Somontano.
La iglesia parroquial está dedicada a Nuestra Señora y fue construida en el siglo XVII, en estilo barroco popular.
Junto al cementerio, la ermita de San Bartolomé (ss. XIII-XVII) se alza sobre un bancal de arenisca con una bella panorámica del río Alcanadre.
Al municipio de Torres de Alcanadre se adscribe Lacuadrada, en donde se pueden encontrar balsas y corrales asociados a la cabañera Broto-Mequinenza. Grandes rebaños subían hacia los pastos pirenaicos para pasar allí el verano y bajaban de nuevo a la Tierra Plana en busca de inviernos más benignos.
Adahuesca
Cruce de caminos históricos y punto estratégico entre los valles del Alcanadre y del Vero, Adahuesca es un lugar ideal para descubrir las Sierras de Guara y Sevil.
El casco urbano de la villa presenta una estructura muy compacta, con buenos ejemplos de arquitectura popular. El arco de medio punto de las portadas es un elemento constantemente reiterado en las fachadas. La de Loscertales es una casa solariega con cierto carácter defensivo debido al matacán situado sobre la puerta. Loscertales eran "los Certeros", familia de pastores montañeses que con su buena puntería con la honda, ayudaron a Pedro I en la batalla de Alcoraz contra los musulmanes, antes de la toma de Huesca.
La iglesia parroquial de San Pedro, se construyó en el siglo XVIII y responde al estilo barroco clasicista. Es sobria, elegante y de esbeltas proporciones. Su capilla de las Santas Nunilo y Alodia constituye uno de los espacios barrocos más elaborados de las iglesias de la comarca.
El Centro de Interpretación de Leyendas y Tradiciones del Somontano se encuentra en el lugar que ocupó la antigua iglesia parroquial y el castillo, construido hacia 1055, cuyos restos son aún visibles.
Desde aquí se contemplan espléndidas panorámicas de la sierra de Sevil, ya en el Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara. Allí se pueden realizar excursiones a la Virgen de Viña o al Mesón de Sevil, desde el que se accede al Castillo de los Santos, conjunto religioso-militar construido en el siglo XI, como torre vigía y atalaya para el acoso y control de Alquezar.
La ermita de Nuestra Señora del Treviño, declarada Monumento Histórico Artístico, es el único resto conservado de un antiguo monasterio. Del camino al Treviño, parte un desvío que nos conducirá al pozo-fuente, construido entre los siglos XVI o XVII.
El 20 de mayo se celebra la romería a Crucelós, el 26 de julio la corrida de las peras y el 25 de agosto las fiestas de las Santas Nunila y Alodia.