En la sierra nos aguarda el Santuario de la Virgen de la Carrodilla, advocación que según la tradición tiene su origen en la aparición de la Virgen a dos carboneros que iban a hacer leña al monte. La Virgen se apareció sobre su carro y les pidió que se erigiera allí un santuario para venerarla. Dieron cuenta a los vecinos de la villa de Estadilla, pero éstos no sólo no les creyeron, sino que se mofaron de ellos. Cuando regresaron ante la Virgen, ésta hizo un prodigio para que fueran creídos: la mano de uno de los carboneros quedaría pegada a su mejilla de modo que no habría fuerza humana capaz de despegarla. Así les creyeron y se erigió allí un santuario.
La imagen de la Virgen se representa subida a un carro, por lo que para algunos esta original advocación podría tener su origen en la cristianización de un ancestral culto pagano a la diosa Cibeles.