La sierra de La Carrodilla es una de las más meridionales del Prepirineo. Se orienta de oeste a este con una longitud de 20 km. entre los términos de Olvena y Benabarre, siendo su cumbre más alta, Buñero, con sus 1.108 metros de altitud.

En este entorno, se han conservado interesantes ejemplos de Arte Rupestre Prehistórico de estilo esquemático (5000 – 1500 a.C.), concretamente en pequeños abrigos orientados al sur. Se trata de los abrigos del Forau del Cocho y la cova del Engardaixo.

En el abrigo del Forau del Cocho, en el panel central, podemos observar un ciervo macho de color rojo rodeado de digitaciones y manchas de mayor tamaño. También se aprecian restos de otro cérvido. A la izquierda del conjunto, se han conservado digitaciones, trazos rectilíneos y curvos y más manchas. La protagonista del pequeño abrigo es una cabra de tonos rojos. La rodean puntos diminutos y restos de otros más gruesos.

Todas estas pinturas son de tonos rojizos y gracias a las investigaciones realizadas se sabe que los pintores neolíticos emplearon pigmentos naturales: óxido de hierro para los rojos y carbón, hollín y óxido de manganeso para los negros. La pintura se aplicaba a la pared mediante pinceles, cepillos, ramas, raíces o con los dedos.

Estas pinturas fueron descubiertas en 1984 y en 1998 la UNESCO declaró Patrimonio Mundial al Arte Rupestre del Arco Mediterráneo de la Península Ibérica en el que se incluye el Arte Rupestre de la sierra de La Carrodilla.

 

  • Forau del Cocho 1
  • Forau del Cocho 2
  • Forau del Cocho 3
  • Forau del Cocho 4
  • Forau del Cocho 5
  • Forau del Cocho 6